Si alimentamos a los niños de amor, los miedos morirán de hambre

Os adjuntamos este artículo que nos puede resultar de utilidad para nuestra tarea educativa:

Lo más interesante de asumir la educación emocional de nuestros niños es que a través de ella cambiamos la química de sus cerebros; o, lo que es lo mismo, les estamos ofreciendo la posibilidad de controlar su biología.

La influencia negativa y penetrante de los medios de comunicación, las prácticas educativas poco acertadas o la falta de respeto hacia las escuelas o hacia la sociedad están mermando las capacidades emocionales de nuestros niños.

Podemos aceptar que es inevitable que cierto tipo de cambios sociales ocurran, pero lo que tenemos en nuestras manos son herramientas para potenciar su salud emocional. ¿Qué podemos hacer? En realidad es muy sencillo, véamoslo…

Niños viendo un atardecer

Que una sonrisa le sirva de paraguas

Sabiendo que la serotonina es la hormona principal en la regulación de nuestro estado de ánimo, podemos ayudar a nuestro cerebro a producirla de una manera natural. Para regularla basta con mantener una dieta saludable, dormir las horas adecuadas o hacer ejercicio de manera habitual.

Es decir, que para una correcta salud emocional, debemos implementar en su vida diaria hábitos saludables. De esta manera, lograremos que su cerebro se encuentre en las condiciones óptimas para evitar las sobrecargas de energía que se derivan del estrés y de los miedos.

Cabe apuntar, como curiosidad, que investigadores destacados señalan que decirles a nuestros niños que sonrían y que las cosas irán mejor es verdaderamente útil. De hecho, a la luz de los datos, los seres humanos podemos equilibrar nuestros niveles de serotonina con una simple sonrisa.

Cuando sonreímos nuestros músculos faciales se contraen, lo que hace que disminuya el flujo sanguíneo de los vasos cercanos. Esto, a su vez, provoca que se enfríe la sangre, por lo que disminuye la temperatura de la corteza cerebral, lo que tiene como consecuencia la producción de serotonina.

Me gusta como soy

Jugar es el trabajo de los niños  

Lo que hemos comentado hasta ahora viene a confirmar la idea de que las cosas pequeñas son importantes. Pero si de alguna manera podemos articular el aprendizaje emocional infantil es a través del juego.

La mejor forma de enseñarles habilidades que les permitan gestionar sus emociones es a través del juego, pues lograremos brindarles la oportunidad de aprender y practicar nuevas maneras de sentir, de pensar y de actuar.

Además, podemos convertirnos en parte integral del proceso de aprendizaje emocional de una manera tremendamente eficiente. De hecho, una vez que introduzcamos una dinámica atractiva, la curiosidad y la repetición que el niño solicita de algo que le divierte harán el resto del trabajo.

Por ejemplo, cuando un niño o niña se enfrenta a un miedo es bueno ayudarle a que se sienta identificado con un personaje de ficción al que admire. De esta manera, podemos jugar con él o ella a que se imagine qué haría su ídolo en su lugar cuando se enfrente a una situación complicada.

Si articulamos una serie de juegos de este tipo o de otros como las marionetas o la relajación,  lograremos que el niño adquiera las habilidades necesarias para gestionar sus emociones.

Esto supondrá, además, un grato autorreconocimiento, el cual fomentará su interés por trabajar aspectos de los que todavía no alcanza a comprender la complejidad.  Gracias a ello fomentaremos el desarrollo de una autoestima saludable basada en el autorrespecto y en la consecución real y propia de sus logros.

Claves para aumentar sus habilidades emocionales

Como hemos dicho antes, a veces es muy sencillo lograr que nuestros niños crezcan de manera equilibrada. Así, basta con los alimentemos de amor para que sus miedos y sus problemas emocionales se mueran de hambre. Veamos a continuación cómo podemos hacerlo en 3 sencillos pasos…

1. Ofreciéndoles un hogar, un lugar en el que se sientan protegidos y arropados

Un hogar se crea de emociones que parten de las personas que lo componen. No vale de nada que tengan cientos de juguetes en su habitación si no compartimos con ellos nuestro amor a través de gestos de cariño y de cuidado.

2. Háblales de manera cariñosa

Cuando los niños hacen algo mal o se comportan de manera agresiva solemos emplear estrategias de rechazo hacia su persona. Esto es algo así como decirles “ya no te quiero” o “qué malo eres”; sin embargo, de esta manera no les hacemos ver que lo que está mal es lo que han hecho (o sea, su comportamiento) y no su propia valía.

Por esta razón, el mensaje que debemos transmitirles sería del tipo “no está bien lo que has hecho” , sin mermen su autoestima ni poner en duda nuestros sentimientos hacia ellos.

 

3. Regalándoles nuestro tiempo, nuestro interés y el deseo de disfrutar los desafíos que nos proponen.

Lo que nuestros niños ven en nosotros no lo ven en nadie más. Ni siquiera alcanzan a imaginarlo. Por ello, es indispensable regalarles todo de nosotros y ofrecerles una visión de su mundo cálida e incondicional.

Pactos familiares para el buen uso de dispositivos.

Os adjuntamos este artículo que consideramos de interés en nuestra tarea educativa. Se trata de unos modelos que nos pueden servir de «base» para adaptar a nuestras circustancias personales:

Pacto para el buen uso de las videoconsolas en familia

Acuerda con ellos cuándo y cómo utilizar una videoconsola conectada y ayúdales a hacer un uso más equilibrado y seguro. Pacto en formato imprimible.

Pacto videoconsolas

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Pacto familiar para el buen uso de la tablet

Antes de utilizar la tablet debemos tener una idea clara y común sobre las normas que se van a aplicar en su uso, para así compartirlas con los/as menores desde el primer momento.

Pacto tablet

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Pacto familiar para el buen uso del móvil

Una buena idea puede ser acompañar la entrega del nuevo dispositivo con una conversación cercana, en confianza al respecto de todo lo que supone, la responsabilidad en el uso de un móvil.

Pacto móvil

Pacto para compartir los dispositivos familiares con seguridad

Compartir dispositivos como portátiles, tablets o consolas a nivel familiar, en vez de utilizar cada uno el suyo, nos facilita la tarea de acompañar a los menores en el uso de Internet. Ya que vamos a compartir su uso, es necesario repartir horarios y concretar unas normas, razonadas y acordadas en familia. De este modo, estamos fomentando su compromiso a la hora de cumplirlas y su responsabilidad al otorgarles la oportunidad de opinar sobre los límites.

Pacto genérico

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Esperamos que os resulte de interés.

Fuente:www.is4k.e

 

Educar en valores. La tolerancia.

Os adjuntamos este artículo que creemos de interés en nuestra tarea educativa:

Ser tolerante es lo mismo que ser respetuoso, indulgente y considerado con los demás. Es una cualidad personal que se define como el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás, aunque sean diferentes o contrarias a las nuestras.

Ser tolerante es aceptar y permitir las circunsancias o diferencias de los demás, es no impedir que haga lo que éste desee, es  admitir la diferencia o la diversidad. Para que los niños establezcan buenas relaciones con sus semejantes, es necesario que aprenda a ser tolerante desde muy pequeño. Descubre cómo educar en valores a tu hijo, en concreto, cómo educarle en el valor de la tolerancia.

La tolerancia juega un papel muy importante en las relaciones de los niños con sus iguales y con su familia. Es importante que ellos escuchen las ideas y las opiniones de sus amiguitos, que acepten sus criterios aunque sean distintos a los suyos, y que consigan ponerse de acuerdo con sus compañeros durante un juego, en alguna actividad o en un aula. La tolerancia les ayuda a que tengan una buena integración en un grupo o equipo.

El niño no nace tolerante. Su conducta natural es que todo sea para sí, y que todos estén de acuerdo con él, por lo que es indispensable que el proceso de aprendizaje acerca de la tolerancia empiece desde bien temprano.

Educar en valores a los niños: Aprendiendo a ser tolerante

El ejemplo de los padres es la mejor herramienta que pueden utilizar para inculcar valores en la educación de los hijos. La tolerancia es un valor importante para el buen desarrollo de las relaciones sociales del niño. El niño puede aprender a ser tolerante:

  • Cuando sus padres también lo sean
  • A través de cuentos e historias
  •  Por las actividades que desarrolla- A través de los juegos
  • En la convivencia con los demás niños
  • Aprendiendo a respetar las diferencias
  •  Conociendo diferentes culturas
  •  A través de los viajes en familia
  •  Conociendo los beneficios de la conciliación, de la paz
  •  Compartiendo, sin pelear
  •  Aprendiendo a no burlarse de los demás

Fuente:guiainfantil.com

“La Luna”: un corto para reflexionar sobre el papel de padres y docentes en la formación de niños.

Os adjuntamos este artículo que consideramos de interés para nuestra tarea educativa:

La historia de Pixar, dirigida por el italiano Enrico Casanova tiene un desenlace que invita a reflexionar sobre el papel de padres y profesores en los procesos de formación.

La Luna es la historia de tres generaciones: un abuelo, un padre y un hijo. El corto empieza con estos tres personajes en un bote. Por primera vez, el abuelo y el padre están llevando al pequeño a que aprenda un oficio familiar que ha trascendido generaciones. Él ya tiene la edad suficiente para hacer lo que sus antepasados han hecho toda su vida: barrer las estrellas que caen sobre la Luna. Desde el inicio, tanto el padre como el abuelo intentan imponer su estilo al menor… el abuelo le dice que haga algo y padre le dice que haga lo contrario. Confundido, el pequeño no tiene ni la menor idea de qué hacer y cómo hacerlo.

 

En la lucha por imponer sus conocimientos, padre y abuelo empiezan una absurda discusión que se ve interrumpida por la caída de una estrella gigante.

Ignorando al niño, ambos hombres intentan encontrar la forma de moverla, pero no tienen éxito. Mientras tanto, silenciosamente, el niño se aleja de sus parientes, explora la situación y liberado de la presión que ejercían su padre y su abuelo, encuentra la solución al problema.

Pixar

El corto, dirigido por el italiano Enrico Casanova sirve para reflexionar sobre varios aspectos educativos. Además de ser una especie de leyenda sobre cómo va menguando la Luna, la historia de estos tres personajes resalta la importancia de permitir a los niños encontrar su propio camino. Cuando el padre y el abuelo intentan imponerse, lo hacen convencidos de que es lo mejor que están haciendo por él, sin embargo, el desenlace de la historia evidencia que hay mayores frutos cuando dejamos que los niños exploren libremente y tomen riesgos.

Pixar

El papel de padres y docentes, teniendo en cuenta eso, es guiar y aconsejar sin imponer, pues de esta forma ellos podrán encontrar sus propias herramientas para seguir adelante en un proceso que estará lleno de grandes desafíos y satisfacciones. La familia y el colegio son dos ámbitos sociales donde el niño se expresa y actúa como individuo. Por eso mismo, su desarrollo en dichos espacios debe ser constructivo y positivo; eso no solo mejorará las habilidades sociales del niños, sino también la seguridad en sí mismo para relacionarse con otros y su capacidad de proponer, trabajar la mente y resolver problemas.

Fuente: Eligeeducar