¿Edad para el uso de la tableta?

Os adjuntamos este artículo relacionado con el uso de las tabletas que creemos os puede resultar de interés.

El abuso de las nuevas tecnologías es un problema creciente. Las consecuencias pueden ser el aislamiento social, incremento de la agresividad y fracaso escolar.

Los problemas en la familia de Rogelio Fernández empezaron cuando su hijo cumplió ocho años. Se dieron cuenta de que el niño era adicto al móvil. «Siempre había sido tranquilo y empezó a comportarse de un modo diferente. Cuando le quitábamos el smartphone después de una hora se enfadaba, salía corriendo hacia su habitación y cerraba la puerta», cuenta el padre. Un día se lo encontró gritando y llorando, frustrado porque no había conseguido pasarse una pantalla de un juego. «¿Estamos haciendo algo mal? ¿Es este el comienzo de algo más grave?», se preguntaron los padres. Decidieron llamar a una línea de atención telefónica del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) y, siguiendo las indicaciones de un psicólogo, la situación mejoró apenas un mes después.

No existe ninguna recomendación oficial sobre cuál es la edad idónea para comenzar a usar dispositivos móviles y hacer uso de Internet. El único consenso compartido por las autoridades y los expertos consultados es el consejo de la Academia Americana de Pediatría: los niños menores de dos años no deben usar tabletas ni móviles. «No hay evidencias científicas de cómo afecta a su desarrollo neuronal y por eso aconsejan evitarlo», explica Manuel Ramsán, coordinador del programa Internet Segura for Kids, lanzado por el INCIBE, dependiente del Ministerio de Energía y Agenda Digital.

Las familias que deciden ser tajantes y prohibir a sus hijos el uso del móvil se enfrentan a una duda. ¿Están entorpeciendo su desarrollo? ¿Tendrá su hijo menos habilidades digitales que el resto de los niños? «El cerebro es plástico y siempre puede aprender. Las tabletas pueden llegar más tarde», señala Anna Carballo, doctora en Neurociencias por la Universidad Autónoma de Barcelona. El motivo fundamental, explica, es que las pantallas son pasivas y no aportan al niño lo que necesita.

«Durante los dos primeros años de vida, está madurando la corteza sensorial y motriz del cerebro y es importante una estimulación rica y diversa». Desde el punto de vista de la motricidad, el niño necesita movimiento. Desde el sensorial, debe estar en contacto con diferentes tipos de materiales, texturas o temperaturas. Además, las pantallas producen una gratificación inmediata, un posible desencadenante de adicción durante las etapas en las que el cerebro es más vulnerable. Otro de los grandes inconvenientes es que «el cerebro está diseñado para aprender con interacción social y los dispositivos móviles les aislan», recalca Carballo, profesora del máster en dificultades de aprendizaje de la Universitat Oberta de Catalunya.

Durante la fase adolescente, el abuso de las nuevas tecnologías es un problema creciente. Las consecuencias pueden ser el aislamiento social, incremento de la agresividad y fracaso escolar, entre otros. Para atajarlo el INCIBE lanzó el pasado septiembre un servicio de atención telefónica para ayudar a familias y centros educativos. Desde entonces, han recibido más de 1.000 consultas y los conflictos más frecuentes son el uso excesivo y otros episodios más graves como el sexting (distribución de fotografías o vídeos en situaciones comprometidas sin el consentimiento del afectado).

A familias como la de Rogelio Fernández ese servicio les ha ayudado. Habían caído en la rutina del castigo y no les servía de nada. Un psicólogo habló con el niño por teléfono, al que advirtió de los peligros de Internet. Pactaron unas nuevas normas de uso y horarios y empezó a gestionar mejor sus estados de ánimo. «Mi mujer y yo nos empezamos a preocupar cuando llegaba la época de las comuniones y cada vez se regalaban más móviles a niños de ocho y nueve años», cuenta el padre. En uno de los banquetes, les llamó la atención una mesa de niños muy silenciosa. Se acercaron y vieron a una docena de ellos sin hablar, cada uno con su aparato.

Lo llaman adicción sin sustancia. El perfil mayoritario es de chico estudiante de entre 16 y 17 años. El dato es de la Asociación Proyecto Hombre, dedicada fundamentalmente a la prevención y tratamiento de las drogodependencias que desde 2013 ofrece un programa para jóvenes adictos a las TIC. «En España no existen recursos y muy poca gente sabe que disponemos de esta ayuda. En la mayoría de los casos son jóvenes que empiezan a aislarse cuando les intentan poner límites», explica Elena Presencia, directora de la asociación. Según dos de sus estudios, en los que participaron cerca de 1.500 jóvenes españoles, el 74% de los adolescentes afirma haber tenido su primer móvil entre los 10 y los 14 años, y un 20% antes de los 10. El 84% reconoce tener acceso a Internet desde su móvil y las aplicaciones más usadas son Whatsapp (86,3%), Instagram (58,9%) y YouTube (48,4%).

Según sus conclusiones, las principales alteraciones en el comportamiento por abuso de las TIC son el abandono de tareas escolares y domésticas, apatía, pasividad por el entorno, desorden de horarios, alteración del sueño y conflictividad familiar. En Proyecto Hombre proporcionan ayuda a unos 100 jóvenes al año. «La etapa evolutiva en la que están puede ser un factor de riesgo: buscan emociones fuertes y fabulan con identidades nuevas en la red», señala Esther Rubio, psicóloga de Proyecto Hombre en Madrid. La solución es limitar los tiempos de consumo. «No podemos llegar a la abstinencia completa porque necesitan estar conectados en su vida cotidiana», añade.

Las redes sociales tampoco lo ponen fácil. Aunque algunas como Facebook establecen en 16 la edad mínima para registrar una cuenta, «los mecanismos de verificación de la edad son inexistentes», apunta Manuel Ramsán. Por eso, es imprescindible el control de las familias. El Reglamento General de Protección de Datos, una normativa europea que entró en vigor el pasado 25 de mayo, fija en 16 la edad para dar consentimiento para el tratamiento de datos personales, pero algunos estados como España y Reino Unido la reducen a 13.

En países como Francia, la adicción de los adolescentes a las tecnologías se ha declarado un problema de salud pública. El pasado diciembre el ministro de educación Jean- Michael Blanquer anunció su intención de prohibir el uso de móviles durante los recreos y el comedor escolar en los colegios franceses -en los que ya se prohibió el su uso en las aulas-, así como la necesidad de que los menores de 16 años se registren en redes sociales como Facebook con una autorización de sus padres.

Algunas tecnológicas ya han reconocido la magnitud del problema. Google anunció el pasado mayo en su conferencia anual de desarrolladores I/O el lanzamiento de la plataforma Digital Wellbeing (en español, bienestar digital), que incluye nuevas funcionalidades en Android para ayudar a los usuarios a controlar el tiempo que pasan en las diferentes Apps y activar alertas para tomar descansos. Tras reconocer que el 80% de los padres en Estados Unidos están preocupados por el consumo que sus hijos hacen de la tecnología -resultado de una de sus encuestas-, han reforzado su aplicación Family Link, que permite a las familias gestionar las apps que usan sus hijos, supervisar el tiempo que pasan delante de la pantalla o bloquear de forma remota su dispositivo.

La guía para el control de las familias

En la guía de mediación parental del programa Internet Segura for Kids, lanzado por el INCIBE, las recomendaciones para que las familias ejerzan un control efectivo se dividen por tramos de edad. De los tres a los cinco años es el primer contacto con la tecnología. Se tienen que asegurar de que los contenidos son apropiados a su edad. De lo contrario, podría tener un impacto importante en el desarrollo emocional del niño. «Por ejemplo, la pornografía puede distorsionar los roles sexuales en el futuro o generar complejos. El visionado de contenidos violentos, como una decapitación, les puede generar pesadillas durante semanas hasta el punto de tener que acudir a un especialista», advierte Manuel Ramsán, coordinador del programa.

Entre los seis y los nueve años es la etapa de la búsqueda de la autonomía. Es imprescindible el control parental: la supervisión, el acompañamiento y las normas de uso. «El grado de intensidad dependerá de la madurez del menor y de los controles que requiera. Los límites de tiempo irán en función del objetivo; si es un trabajo de clase, seis horas está bien. Navegar sin rumbo por Internet, viendo bromas o memes, no. Importa la calidad de lo que hace», destaca Ramsán.

De los 10 a los 13 años es cuando se abren a Internet. «Hay que tener mucha precaución con las redes sociales. Asegurarse de que el menor tiene habilidades para solucionar un conflicto o que sabe velar por su intimidad y respeta los derechos de terceros». Tiene que entender cómo funciona Internet y las redes sociales y qué intereses puede haber detrás. «La seguridad 100% es imposible, pero el consumo responsable se puede enseñar», remacha Ramsán.

Fuente:Elpais.com

Conclusiones del taller «Pautas Educativas».

Desde el Programa de Buenos Tratos queremos agradeceros la participación en el Encuentro de Familias Activas. Fue un placer poder compartir esa experiencia con todos los asitentes. Os adjuntamos información de lo que tratamos en el taller de Pautas Educativas por si os resulta de interes.

Entre otros aspectos hablamos de los diferentes Estilos Parentales y sus consecuencias educativas para los menores. Concluimos que no hay un «único» estilo para cada persona y que hay muchas variables que determinan nuestras pautas de actuación.

 

 

 

 

 

 

A destacar también según los participantes la importancia de la comunicación asertiva y eficaz, basada en el afecto; evitar utilizar el «no» y realizar la frase de forma afirmativa dirigiéndonos a la conducta que queremos conseguir. Esto nos dará mejores resultados y además no mermaremos la autoestima del menor. Utilizar también el verbo » estar» en lugar del verbo «ser». En lugar de «eres tonto», «estas haciendo una tontería»…

Hablamos también de la importancia de la autoestima: Cómo se forma, y algunas estrategias adecuadas a la hora de mejorar la autoestima en nuestros hijos e hijas y mejorar las relaciones familiares.

 

Se expusieron herramientas para mejorar los vínculos afectivos, la educación en valores y la inteligencia emocional en la familia,  Abordamos también la importancia del manejo de los límites entre la tolerancia y la disciplina.

A modo de conclusión: dijimos que no hay recetas mágicas a la hora de educar, que no tenemos que ser madres o padres perfectos y, en definitiva descubrir cómo disfrutar más de la experiencia educativa.

Y como aspecto destacable, la participación activa en el taller de varias «abuelas», que nos comentaron su gran papel educativo en la actualidad y que hicieron que el «Encuentro» resultará realmente «intergeneracional».

¡Muchas gracias por vuestra participación!

Encuentro Familias Activas

Hoy, 17 de mayo se desarrollará un encuentro de familias que se desarrollará de 17.30 a 19.30 horas en el Centro de Participación Activa Zona Oeste de Logroño, dentro de la línea del Ejecutivo regional de consolidar estos centros como lugares de encuentro y de convivencia intergeneracional. El objetivo es que las familias puedan participar en los tres talleres dinámicos que se han programado:

  •  Taller de Pautas Educativas: “Mejorando las relaciones familiares”, a cargo de la Coordinadora del “Programa de Buenos Tratos”.

    Se plantearán a las familias los diferentes estilos educativos y sus consecuencias, algunas pautas estrategias para mejorar las relaciones familiares, basadas en la comunicación y el afecto. Se expondrán herramientas para mejorar los vínculos afectivos, la educación en valores, la inteligencia emocional en la familia, la comunicación positiva y no violenta y estrategias de resolución de conflictos a través de la comunicación asertiva, empática y eficaz. Abordaremos el manejo de los límites entre la tolerancia y la disciplina, y, en definitiva, ayudar a las familias a disfrutar más de la experiencia educativa.

  • Taller de Conciliación Familiar, a cargo de Plena Inclusión La Rioja.

    El taller trabajará y hará reflexionar sobre cómo abordar el equilibrio laboral, social y personal con la atención y cuidado de hijos, personas mayores o personas dependientes, en la vida familiar. Cuáles son las necesidades, situaciones y qué medidas y apoyos encuentran y demandan las familias en la sociedad.

  • Taller de Redes Sociales, a cargo de Asociación de Mujer y Tecnología de La Rioja

    Es labor de las madres y los padres enseñar y orientar a nuestros hijos en cómo aprovechar el enorme potencial de estas tecnologías en su desarrollo como personas y en el progreso de nuestra sociedad, tal y como les enséñanos a cruzar la calle o normas básicas de conducta.  Nuestros hijos utilizan la tecnología y en especial las redes sociales de forma casi instintiva, sin que tengan el apoyo de la familia y sin que diseñemos y apliquemos planes educativos al respecto, resulta absurdo. En otras palabras, nuestros hijos, más que existir, sobreviven, y nosotros como padres y madres debemos ayudarles.

Mientras tanto los niños y niñas contarán con un espacio de ocio con diferentes actividades.

El objetivo del Gobierno de La Rioja es continuar impulsando y organizando talleres de padres para formar a los progenitores en los modelos educativos y técnicas de comunicación para desempeñar sus funciones como padres. Será una programación diversa en cuyo diseño participarán padres y madres, en la que se incluirán temas de educación en igualdad.

¡Os esperamos!

Comunicación con nuestros hijos e hijas.

Os adjuntamos este artículo que consideramos de interés:

Cambiar nuestro lenguaje no es tarea fácil. Las palabras que usamos entroncan con nuestros modelos, con nuestra cultura, con la educación recibida y salen de modo automático .Para cambiar nuestro lenguaje primero debemos ser conscientes de por qué hay que cambiarlo de hasta qué punto nuestras palabras marcan nuestros comportamientos, nuestra visión del mundo, nuestra realidad , y por otro lado hay que crear nuevos automatismos, porque sin duda es imposible medir siempre nuestras palabras en todas y cada una de nuestras comunicaciones.

Por ello hoy os proponemos un listado, un listado simple si queréis pero muy práctico para tratar de mejorar nuestra comunicación, para tratar en definitiva de generar nuevas expresiones.

Seguro que al leer algunas de las expresiones las sentís familiares y las habéis usado en más de una ocasión hemos intentado compartir un listado de las más comunes y una posible alternativa usando la comunicación positiva esperemos que os resulten útiles.

Comunicación

Negativa

1.No grites

2.¡No comas rápido!

3.Otra vez este cuarto está hecho un desastre

4. ¿Cuánto tiempo tengo que esperarte?

5. ¿A dónde crees que vas?

6. ¡Te vas a caer!

7. ¡Te vas a resbalar!

8.¡No corras!

9. ¡Te estoy hablando!

10.¡Termínalo ya!

11. ¿Cuántas veces tengo que decírtelo?

12.Ya no sé ni cómo hablarte

13.¿Estás sordo?

14. Eres un desastre, todo desordenado otra vez.

15. Nunca lo conseguirás con esta actitud

16. Es demasiado difícil para ti.

 

17. Así no llegarás a ningún sitio.

 

18. Siempre te estás peleando con tus hermanos

 19. Eres un mentiroso

  20. Me matas a disgustos

 Fuente:Cuentosparacrecer

Comunicación

Positiva

1.Habla en voz más baja

2.Mastica bien la comida

3.Limpia tu cuarto, por favor

4.Es hora de irnos, despídete

5. Aléjate de ahí. Bájate, por favor

6. ¡Ten cuidado!

7. ¡Ten cuidado dónde pisas!

8.¡Camina despacio!

9.Escúchame pro favor

10.Es hora de que termines esto, se acabó el tiempo

11.Haz lo que te estoy pidiendo, por favor

12.Busquemos una solución que nos guste a ambos

13. Escúchame por favor.

14. Puedes ordenar tu habitación, aún está desordenada.

15. Esfuérzate más , puedes conseguirlo.

16. Inténtalo de nuevo, aún no lo has conseguido pero estoy segura que lo lograrás.

17. Puedes conseguirlo pero debes cambiar de actitud, depende de ti.

18. Me pone triste que te pelees con tus hermanos.

19. Esto que acabas de decir es una mentira, trata de evitarlas.

20. Cuando te portas mal me siento triste.

 


 

 

 

 

 

 

Cuentos para educar en valores, emociones y habilidades sociales.

La lectura es un gran regalo que les podemos dar a los hijos e hijas y si encima esta lectura nos lleva a reflexionar sobre valores, habilidades sociales y nuestro mundo emocional, les estaremos regalando a nuestros hijos unas alas consistentes, originales y hermosas para volar por la vida. Porque dice Jaume Centelles “para volar, los pájaros tienen alas y los niños, cuentos”. Así que en este mes del libro, compartimos las siguientes recomendaciones que hace GestionandoHijos.com.

Cuentos para sentir, de Begoña Ibarrola

Un recopilatorio de cuentos que nos hablan de diferentes emociones y nos ayudan a entender nuestro mundo emocional. Los cuentos se agrupan por emociones y permiten reflexionar juntos sobre cuándo nos hemos sentido así, por qué los personajes se han sentido de esta manera o cómo cambiaríamos la historia.

Dado el éxito de este libro, siete meses después se publicó un segundo volumen, en el que se abordan sentimientos más complejos, como el amor, la ansiedad, la crueldad, la empatía, la gratitud, la ilusión, el rechazo, la sorpresa, la valentía o la solidaridad.

El convivenciario, de  Juan Lucas Onieva

Este libro, editado por Desclée de Brouwer, está centrado en 25 valores y ofrece recursos para trabajar la convivencia en el aula. La gratitud de Elena, el significado de la palabra amistad que aprende Mario, el aprendizaje de la asertividad que emprende Flores, la bondad del perro Paticorto, la tolerancia que aprende la maestra Mª del Mar son los protagonistas de este libro, que nos ayuda a abordar el tema de la educación en valores con nuestros hijos y alumnos animándoles a reflexionar sobre si ponen en práctica un valor determinado (gratitud, sinceridad, solidaridad, tolerancia, amabilidad, responsabilidad) y nos ofrece pequeñas ideas prácticas para aplicar este valor en nuestro día a día.

El pequeño conejo blanco, de Xosé Ballesteros y Óscar Villán

Un pequeño conejo blanco al que una enorme cabra le ha robado su casa, va buscando amigos que le ayuden a recuperarla, pero nadie quiere hacerlo por miedo, menos el animal más pequeño que puedas imaginar. Un cuento ilustrado que nos recuerda que los más pequeños pueden hacer grandes cosas.

Así te quiero, de Gabriela Keselman y Lucía Serrano Guerrero.

Un cuento ilustrado muy colorido que muestra a los más pequeños el significado del amor incondicional y del apoyo incondicional que nos une para siempre. Un libro para leer con pañuelos por lo emocionante que es.

 

Yo mataré monstruos por ti, de Santi Balmes y Lyona

Martina no puede dormir pensando que bajo su cama viven monstruos en su aterrador mundo de monstruos caminando cabeza abajo y que un día podrían llevarla con ellos. Al otro lado del suelo, Anitram, niña monstruo, también tiene miedo de que los humanos un día la lleven a su mundo. Un día Martina y Anitram se conocen y entienden que tememos lo que no conocemos.

La cebra Camila, de Marisa Núñez y Óscar Villán

Un día, la pequeña cebra Camila pierde sus rayas por culpa del viento. Muy apenada, Camila va recibiendo la ayuda de muchos animales para adornar su cuerpo con originales rayas de muchos colores. Un cuento con muchas repeticiones que nos recuerda el valor del optimismo.

 

El monstruo de colores, de Ana Llenas

Un cuento muy conocido con el que aprendemos la importancia de poner nombre a nuestras emociones. El Monstruo de Colores no sabe qué le pasa, está hecho un lío, y gracias al cuento va poniendo nombre y orden a sus emociones.

Inés del revés, de Anita Jeram.

Inés se levanta un día muy enfurruñada, todo lo quiere hacer al revés. Sus papás apostarán por acompañarla de una manera creativa y positiva. Un libro muy apropiado para hablar de rabietas y conflictos con los más peques.

 

Casi, de Peter H. Reynolds

A Ramón le encanta pintar, pero desiste cuando su hermano mayor critica sus dibujos y trata de buscar una perfección que no encuentra. Pero su hermana pequeña tiene una lección que enseñarle para que siga haciendo lo que le apasiona y mirando el mundo con creatividad.

Ataques de…, de Alejandro Fernández de las Peñas y Olga de Dios

En esta familia, hay en la cocina un calendario de ataques… de besos, de lágrimas, de cosquillas, de abrazos, de mimos… Cada día de la semana tiene su propio ataque. Un libro que nos invita a disfrutar de pequeños gestos para crear un buen clima familiar y vivir momentos de ternura y diversión juntos.

 

Esperamos os resulte de utilidad.

Fuente:lafamilia.info