Día de los Abuelos

Hoy, 26 de julio, día de san Joaquín y santa Ana, padres de la Virgen María y abuelos de Jesús, es el Día de los Abuelos. Por ello, Google dedica el Doodle del día a esta fecha tan especial.

Los abuelos tradicionalmente han sido esos familiares afables y cariñosos que les consentían todo tipo de licencias a los niños que los padres les censuraban. En la infancia, el hecho de Ir a la casa de los abuelos, sobre todo los fines de semana y vacaciones era el momento perfecto para disfrutar de su afecto y de que los niños aprendieran historias «muy antiguas», a veces fascinantes, otras mortalmente aburridas, que los abuelos cuentan a sus nietos.

Uno de esos primeros aprendizajes consisten en asumir que los abuelos, esos señores mayores de pelo cano, habían sido jóvenes, como los niños a los que cuentan las historias. Otro aprendizaje vital que los abuelos enseñan sin querer a los nietos es algo más triste y tiene que ver con el primer contacto que muchos de estos nietos tienen con la pérdida de un ser querido.

Los abuelos, cada vez más relevantes en la sociedad española

Ahora, y sobre todo a partir de la crisis económica, los abuelos han alcanzado un mayor protagonismo en la sociedad española, echando una mano determinante a los sufridos padres, prácticamente criando a los nietos. Según una reciente encuesta del grupo Mémora, casi uno de cada cuatro abuelos en España están todos los días con sus nietos, ya sea para llevarlos o traerlos del colegio, ya para darles de comer o cenar.

La cifra se incrementa a casi el 40% si no son todos los días pero sí varias jornadas a la semana. Si nos atenemos a esta encuesta, el 90% de los sufridos abuelos están contentos de poder cuidar a los nietos, ayudando, a su vez, a los hijos. Ahora bien, también existe otra figura menos idílica, la del abuelo «esclavo». Minoritarios, según el informe, pues sólo el 3,4% de los mayores se consideran estar en esta situación, el fenómeno consiste en que los patriarcas tienen la sensación de no tener otra alternativa en la vida que cuidar de sus nietos, abandonando sus relaciones sociales y desarrollando episodios de estrés.

Por todo ello, y por la relevancia que han adquirido estas entrañables personas en los últimos años no sólo no está de más la efemérides sino que a muchos de ellos habría que hacerles un monumento.

Fuente:http://www.marca.com/

Tres claves para educar a tus hijos en inteligencia emocional.

Os adjuntamos este artículo que creemos puede resultar de interés en nuestra labor educativa:

¿Conocen nuestros hijos sus emociones? ¿Saben cuándo están enfadados, frustrados, nostálgicos, alegres? ¿Entienden cómo afectan las emociones en su vida y la manera de gestionarlas? Según los expertos, el sistema educativo concede escasa importancia y espacio al conocimiento de las emociones como parte de la formación de los niños y en casa tampoco solemos fomentar el desarrollo del conocimiento emocional en nuestros hijos. “En general, vivimos en una sociedad que no está orientada a tener en cuenta el mundo emocional, sino todo lo contrario, hacia el logro externo, la productividad o la imagen. Y esto es algo que también se fomenta desde el sistema educativo”, comenta Tristana Suárez, psicóloga clínica e infantil y terapeuta Gestalt. La enseñanza escolar se centra en las materias que tienen que ver con los conocimientos lógicos, el mundo externo y el lenguaje formal, pero se concede muy poco espacio al autoconocimiento, a pesar de que las emociones constituyen una fuente única de orientación, porque nos guían e informan sobre lo que nos sucede.

Niños conocedores de sus emociones gracias a sus padres

Aunque la sociedad y el entorno escolar no ofrecen modelos a los niños sobre el conocimiento de sus emociones, desde casa los progenitores pueden convertirse en un ejemplo sobre el conocimiento y la gestión emocional, con comportamientos como los que señala la psicóloga infantil, Tristana Suárez:

1. Hacernos responsables de nuestras propias reacciones y comprenderlas para dar ejemplo. Como en el caso de cuando nos enfadamos y mostramos ira, saber qué tipo de emoción expresamos y por qué. Comunicar lo que sentimos de manera honesta, ayuda a los niños a desarrollar la capacidad para atender y reconocer lo que sienten, lo que se traduce en un comportamiento más equilibrado.

2. Ofrecer un entorno flexible para hablar cada día de cómo nos sentimos con los acontecimientos cotidianos, con nuestras alegrías, dudas, miedos, fracasos y frustraciones y de cómo resolvemos los conflictos que surgen con los amigos o los familiares.

3. Evitar las sentencias y consejos condicionados por la educación que hemos recibido. Con frases como: ¿pero, vas a llorar por esas tonterías? Hay que compartir las cosas. Pórtate bien, Esto se hace, porque lo digo yo. No me hagas esto. Todo este tipo de mensajes llevan implícito el niégate a ti mismo, para adaptarte y los niños adoptan estos modelos que se les inculcan, lo que les acarrea infelicidad por no ser fieles a su propia esencia.

Los niños sabios con sus emociones son más equilibrados

Un niño que crece rodeado de respeto hacia su mundo emocional tiene más probabilidades de ser una persona equilibrada. Quien conoce y tiene en cuenta sus emociones es alguien que funciona desde dentro, hacia afuera, con mayor coherencia entre los distintos centros: corporal, mental y emocional. Si un niño se escucha a sí mismo, elegirá mejor a sus amigos, disfrutará de sus juegos, se defenderá antes y mejor en los conflictos, soportará las frustraciones con menos estrés, será más solidario, empático y menos manipulable.

La forma en la que los niños gestionan, conocen y expresan sus emociones, está condicionada por cuestiones como: el sexo, la educación, la cultura o la religión. En general, las niñas son más verbales y conocedoras de sus emociones. Asimismo, algunas religiones orientan hacia el autoconocimiento y otras hacia el cumplimiento de dogmas externos. Del mismo modo, a través de la cultura o la educación se puede colocar el acento en el conocimiento emocional o restarle importancia e ignorarlo.

El tiempo libre es un factor importante a la hora de que los niños conozcan sus emociones. Es la semilla de la que surge el autoconocimiento, para comprender lo que sentimos y cómo gestionarlo, pero “ni la sociedad ni el sistema educativo permiten espacio libre ni tiempo para la reflexión sosegada sobre nuestras emociones. Estoy cansado de ver niño/as con una agenda tan llena y ocupada de deberes y actividades extraescolares, que no les queda tiempo para jugar y mucho menos para reflexionar”, explica Javier Andrés Blumenfeld, pediatra del hospital de El Escorial en Madrid. Y todo ello, a pesar de que “una adecuada formación emocional en los niños y en cualquier persona ayuda con más probabilidad a encontrar sentido a nuestros actos, aunque no hay que confundirlo con llenar la vida de actividades, como cursos o museos, sino con tener un espacio de reflexión para observar, encontrar e identificar nuestras emociones y para lograrlo necesitamos aprendizaje, tiempo y reflexión”, añade el doctor Blumenfeld.

Fuente:lafamilias.info

Guía de mediación parental

Os adjuntamos esta Guía vista en el Instituto Nacional de Ciberseguridad, que creemos puede resultar de vuestro interés:

Esta guía tiene como objetivo fomentar el acompañamiento a los menores y la mediación familiar para educarles en el uso seguro y responsable de Internet. Conscientes del reto que supone educar en un entorno tan complejo, en continuo cambio y en el que son mayoría los que se consideran inexpertos y poco habilidosos, hemos elaborado esta guía a modo de itinerario de mediación parental para facilitar la tarea.

A través de este itinerario de recomendaciones podréis ir abordando las estrategias y pautas necesarias para avanzar en vuestra actividad educadora:

  • Estrategias para ayudaros en la supervisión, orientación y acompañamiento de vuestro hijo en Internet, y a la hora de establecer límites y normas.
  • Pautas de mediación parental en función de la edad del menor, con las que ir evolucionando en función de sus necesidades y madurez.
  • Recomendaciones especificas sobre el uso de las tecnologías: para comportarse de manera adecuada en línea, prevenir el acoso, gestionar de manera apropiada la privacidad y la identidad digital, y protegerse ante virus y fraudes.
  • Cómo actuar en caso de producirse un incidente en Internet: ciberacoso, suplantación de identidad, filtración de imágenes comprometidas (sexting).

8 Estrategias para fomentar la autonomía en nuestros hijos.

Os adjuntamos este artículo que creemos puede resultar de interés para favorecer una adecuada autoestima en nuestros hijos e hijas.

Las bondades de incentivar la autonomía en nuestros hijos e hijas son muchísimas; de esta manera estamos sembrando en ellos y ellas independencia, responsabilidad, orden, seguridad, autoestima, recursividad, tolerancia a la frustración, entre otras. 

Lo cierto es que para educar en la autonomía hay que dejar de lado la sobreprotección. Proteger más de la cuenta a los hijos puede crear en ellos vacíos en el plano psicológico como inmadurez, inseguridad, dependencia, debilidad, nerviosismo, timidez, poca tolerancia al fracaso, escasa capacidad de adaptación. Asimismo, se pueden entorpecer los procesos físicos que marcan cada edad.

La psicóloga y profesora de educación infantil, Virginia González, explica cómo una actitud sobreprotectora puede influir de forma negativa en los hijos: “Si en lugar de apoyar al niño, sugerirle y guiarle para que aprenda por sí mismo, le imponemos, vigilamos y le damos todo solucionado, lejos de ayudarle a crecer, el niño tendrá un escaso desarrollo de sus habilidades (vestirse, comer…) y adoptará una postura de pasividad y comodidad, ya que interiorizará que sus padres, de los que tendrá una gran dependencia, siempre están dispuestos a ayudarlo”. 

De la misma manera, la autoestima y la seguridad en sí mismo se pueden ver afectadas, incluso el niño se podrá sentir incapaz de resolver sus problemas, “le costará mucho tolerar frustraciones, posponer las gratificaciones y no sabrá valorar lo que tiene” añade la experta en conmishijos.com

De ahí la importancia de enseñar a los hijos a resolver las dificultades en la medida de sus capacidades, obviamente el grado de dificultad deberá ir aumentando conforme a la edad, pero desde muy pequeños se debe sembrar en ellos la semilla de la independencia y la recursividad.

¿Cómo fomentar la autonomía? Mira estas 8 estrategias

Cuando los padres acostumbran a los hijos a hacerles todo, los niños se acostumbran a no hacer nada. Es necesario otorgarles a los niños responsabilidades de a poco y dejarlos que vayan desarrollando su autonomía. Sólo con la práctica, van a poder desarrollar habilidades y adquirir hábitos. En LaFamilia.info te damos las siguientes pautas.

1. Exigirles de acuerdo a la edad.

2. Darles pequeños encargos a medida que van creciendo. Puedes tomar varias ideas de este artículo > Tareas hogareñas que pueden hacer tus hijos según su edad.

3. Permitirles “ser” ellos, partiendo de la seguridad y el amor.

4. Darles las herramientas para superar los obstáculos, no resolver las cosas por ellos.

5. Proyectarles seguridad, entusiasmo, autoestima; recuerda que los hijos siempre observan a sus padres.

6. Estimularlos para que investiguen y socialicen. Hablarles claro para que se relacionen con los demás seguros de sí mismos.

7. Permitirles que exploren su entorno con nuestra supervisión. Lo ideal es que los padres los acompañen en esa exploración para que puedan aprender con seguridad y se creen lazos más fuertes.

8. Dejarles que tomen cierto tipo de decisiones, les ayuda a formar su criterio.

Fuente:lafamilia.info

Herramientas de Comunicación Positiva.

Os adjuntamos este artículo visto en «cuentosparacrecer», que creemos puede resultar de interés en nuestra tarea educativa:

Hoy compartimos una reflexión sobre el lenguaje y os damos herramientas de comunicación positiva.

Las palabras cuentan 

Las palabras o el vocabulario que utilizamos para describir una situación, hablar sobre nosotros, exponer experiencias … dicen mucho de nosotros y de nuestra manera de pensar.

La mayoría de las personas no somos conscientes de las palabras que utilizamos ni de las metáforas con que describimos nuestra vida o nuestros problemas. Las palabras tienen poder, poder de crear y de destruir.

Podemos comunicarnos con palabras positivas que nos faciliten un bienestar emocional o con palabras negativas que nos hagan entrar en un círculo de desesperanza. Frases como “estoy harta de este trabajo que nadie valora”, “no vale la pena esforzarse porque no hay remedio”, etc… crean un tipo de reacciones neurológicas y físicas que nos restan energía y que nos hacen entrar en una espiral de desmotivación y alienación. Las palabras que utilizamos con frecuencia dan forma a nuestro futuro, ya que son el hilo que unen nuestras experiencias.

Hemos reflexionado poco sobre el impacto que tienen nuestras palabras sobre los niños, muchas veces les enviamos intencionadamente mensajes negativos que no facilitan nada, ni su desarrollo personal ni la adquisición de nuevos aprendizajes. Cuántas veces hemos dicho o escuchado palabras o frases como “no sabrás hacer esta actividad, es demasiado complicada para ti”, “lo has hecho muy mal”, etc… Son frases que solo aportan a los críos una sensación de fracaso, desidia o impotencia. Sería mejor utilizar frases como “qué ejercicio sabrás hacer mejor de este tema”, “piensa cómo puedes mejorar lo que has hecho ¿quieres que te ayude?”, etc…No se trata de que dejemos de usar determinadas palabras, sino de que aprendamos a seleccionar aquellas palabras que nos refuercen positivamente, que nos aporten motivación e interés para crecer. 

Impacto de las palabras en nuestra actividad cerebral

Luis Castellanos juntamente con el neurobiólogo Paco Muñoz realizaron un estudio clínico para determinar el impacto de las palabras de acción positiva en nuestra actividad cerebral. El principal resultado obtenido del estudio es que el simple contacto con sus propias palabras positivas de relevancia personal induce a un procesamiento cerebral incrementado, si se compara con el efecto de las palabras negativas.

Qué es la Comunicación Positiva

La comunicación positiva es la comunicación que nos permite expresar lo que sentimos, pensamos y deseamos de modo claro, sin afectar o dañar a los demás. Implica la expresión teniendo en cuenta los sentimientos, necesidades y deseos de los demás.

Comunicarnos positivamente requiere honestidad, sinceridad, valentía, firmeza y autocontrol.

Exige tener en cuenta a los otros, explicarles lo que pensamos, queremos, sentimos o el por qué hemos tomado una decisión en la que están implicados, pero que no les dañe o lastime. Con frecuencia agredimos a los demás, a veces conscientemente, y otras, sin darnos cuenta, pensamos sólo en nosotros mismos y nos olvidamos de lo que el otro piensa y siente y de cómo le puede afectar lo que le estamos diciendo o lo que hemos decidido hacer.

 Herramientas de Comunicación Positiva 

Habilidades de Comunicación para Conseguir Colaboración

  1. Describe el Problema

Es difícil actuar correctamente cuando sacan a relucir nuestros defectos. Es más fácil concentrarse en el problema cuando se limitan a describírnoslo .Cuando los adultos describen el problema, dan a los niños la oportunidad de entender por sí mismos lo que hay que hacer. Tendemos muchas veces a usar con nuestro lenguaje generalidades tipo “ Siempre hablas cuando no debes” cuando lo que nosotros queremos es decir “ Necesito silencio para entender qué vamos hacer ahora”. Las generalidades no son alentadoras, mientras que si nos ceñimos a los hechos concretos es mucho más fácil llevar a la acción.

  1. Da Información

La información es mucho más fácil de aceptar que una acusación. Cuando a los niños se les da información precisa, los niños suelen saber de un modo automático cómo han de actuar. Veamos un ejemplo:

  • C.Negativa ” ¿Cuántas veces tendré que decirte que recojas tu mesa cuando acabes?”
  • C.Positiva” La silla no está  bien puesta, los lápices están encima de la mesa”

3.Menos es mas.

Es necesario expresarse con pocas palabras para propiciar la colaboración. Hay contraste entre una larga parrafada y tres palabras bien dichas, por ejemplo. En este caso “menos es más”. A los niños les disgustan los discursos, los sermones y las explicaciones largas. Para ellos, cuanto más breve sea el recordatorio mucho mejor. Veamos un ejemplo:

  • C.Negativa: ” Niños os he pedido una y otra vez que cuando explico algo tenéis que estar en silencio, sino lo hacéis entonces no entendéis qué tenéis que hacer y entonces, no hay manera de avanazar”
  • C.Positiva: ” Niños, silencio”
  1. Comenta tus sentimientos .

Al describir nuestros sentimientos, seremos honestos sin necesidad de herirles. Cuando más efectivos resultan los adultos es cuando hablan sólo de lo que sienten. Es importante hablar en primera persona. Es posible colaborar con alguien que expresa irritación o enfado, siempre que no nos ataque a nosotros.

Veamos un ejemplo:

  • C.Negativa: “Basta ya estáis muy pesados”
  • C.Positiva: “Me pone muy triste y enfadad que cada vez que os quiero contar algo estéis hablando y no me hagáis caso, es muy frustrante porque os lo he dicho muchas veces”
  1. Escribe una nota.

Algunas veces, nada de lo que digamos será tan concluyente como una frase escrita. Veamos un ejemplo: Imaginad que escribís en la pizarra ” CHICOS, ME HA DICHO MARÍA QUE HOY TIENE COSAS MUY IMPORTANTES QUE CONTAROS PERO NECESITA SILENCIO . ATENTAMENTE VUESTRA PIZARRA QUE OS QUIERE”.

Habilidades para dar Corrección

El doctor Ginnott una de las personas que más ha hablado sobre el valor del castigo dice lo siguiente: “Un niño debe experimentar las consecuencias de su conducta, pero no un castigo”. El doctor Ginnot insiste en decir que el problema del castigo no soluciona nada, que más que formar “deforma” porque el niño, en vez de lamentar su mala acción y buscar la manera de enmendarse, se obsesiona sólo con fantasías venganza. En otras palabras, que al castigar a una criatura le privamos del importantísimo proceso interno de enfrentarse a sus propios errores.  Si el castigo no es eficaz porque “deforma”… ¿por qué podemos reemplazarlo?

  • Señalar la manera de ser útil.

CN: “Si no paráis os dejo sin recreo”

CP: ” Me sería de gran ayuda en vez de que corretearas que me trajeras el pagamento , por favor”

  • Expresar una censura rotunda, sin atacar el carácter del niño.
  1. “Si te comportas como un salvaje te expulsaré de clase”

CP . ” No me gusta nada esta situación. Es muy molesto para los demás que los niños corran y griten por el pasillo”

  • Manifestar nuestras expectativas.
  1. No volveré a dejarte nunca mis herramientas, ¡qué desastre!
  2. Cuando presto mis herramientas espero volverlas a encontrar en las mismas condiciones.
  • Enseñar al niño cómo rectificar.

CN: ” Me has dejado las herramientas hechas una pocilga, ¡nunca más te dejaré nada!”

CP: ” Me gustaría que me devolvieras las herramientas como estaban, voy a explicarte cómo hacerlo, esta sierra necesita un buen estropajo de acero y mucho ahínco”

  • Dar opciones.

Ejemplo. Si vuelo a pillarte corriendo, te voy a castigar.

Ej. CP2. Carlos, deja de correr, tienes dos opciones : caminar normal ó venir aquí a mi lado y darme la mano hasta que lleguemos

  • Tomar medidas.

CN: ¡Te la has ganado, hoy no hay recreo!

CP: Veo que has decidido venir aquí a mi lado.

 

Habilidades para dar aliento. Motivar

Una de las metas más importantes que tenemos como educadores es que los niños sean seres autónomos que se conviertan en individuos independientes que algún día podrán desempeñarse por si solos sin necesitar nuestra ayuda. ¿Cómo podemos conseguirlo? La respuesta es fácil la aplicación no tanto; sencillamente permitiéndoles que hagan as cosas por sí mismos, permitiéndoles que cometan sus propias equivocaciones, que aprendan de sus errores, que luchen por sus propios problemas.

  1. Dejar que tomen sus propias elecciones

La buena noticia es que podemos ejercitar esta autonomía en nuestro día a día no hacen falta grandes ocasiones, en la vida cotidiana podemos proporcionar una práctica muy valiosa para ejercitarse en la toma de decisiones. La toma de decisiones requiere, como todo, entreno es decir, antes de tomar grandes decisiones como por ejemplo qué carrera quiero estudiar ó qué estilo de vida quiero llevar, hay que haber tomado muchas pequeñas decisiones .

  1. Respeta los esfuerzos del niño

Cuando un niño trata de hacer algo por sí mismo y no lo consigue, nos sale de manera natural tratar de ayudarle, ANTES de ayudarle, podríamos alabar su esfuerzo de esta manera el niño ó la niña reunirán el ánimo suficiente para poder terminar aquello que estén haciendo por sí mismos. Veamos un ejemplo: Un niño trata de abrir una botella y no puede. Podemos:

  • “Dámela te la abro yo”
  • “Abrir la botella puede ser difícil, te doy un truco? agárrala con una camisa con una mano para que no se escurra y con la otra giras”
  1. No hacer demasiadas preguntas

El exceso de preguntas puede ser visto como una invasión en la propia vida . Es importante que los niños sepan que pueden hablar cuando lo deseen y de lo que quieran sin sentirse “atosigados ” . Resumiendo NO forzar la comunicación sino estar disponibles.  

  1. No apresurarse a dar las respuestas.

Este punto me parece muy importante. Cuando los niños hacen preguntas nos brindan una oportunidad magnífica para que les ayudemos a pensar y reflexionar de manera autónoma. Si delante de una pregunta contestamos “raudos y veloces” las respuestas de los niños no les damos la oportunidad de pensar, de reflexionar , de lanzar hipótesis ; mientras que si contestamos con una pregunta, con una invitación a la reflexión previa a contestar estamos apoyando no sólo a su autonomía sino a su propio desarrollo. Veamos un ejemplo

  • Imaginemos que el niño nos lanza la pregunta ”De dónde viene la lluvia” Podemos:
  • ” La lluvia la causan la evaporación y la condensación de la humedad etc.” ó bien
  • ” Vaya , qué pregunta tan interesante ¿Qué piensas? ” y después que el niño conteste le damos la respuesta.
  1. Buscar nuevos recursos

Queremos que los niños no son totalmente dependientes de nosotros ( padres ó bien maestros) el mundo es una enorme fuente de recursos para saciar sus ansias de saber, de ayuda para resolver sus problemas; es importante que ellos encuentren vías para solucionar sus problemas; esto les dará muchos recursos. Veamos un ejemplo

  • Niño “Mamá todavía no me has encontrado un profesor de guitarra”
  • Madre ” Aún estoy investigando, pero me podrías ayudar pregúntale a tu profesor de música del colegio si conoce alguien”

 

  1. No le quites la esperanza

En ves de preparar a lo niños para una decepción dejemos que experimenten , que exploren, que lo intenten. A veces al tratar de proteger a los niños de una decepción impedimos que luchen, que sueñen, que lo intenten, que caigan, en definitiva que corran detrás de sus sueños.

Veamos un ejemplo

  • Niño ” Quiero leer este libro tan largo me ha dicho mi hermano que es buenísimo”
  • Docente ” Este es demasiado complicado para ti, mira este mucho mejor”. en positivo
  • En Positivo “ ¡Genial! Adelante a ver si te gusta ya me lo contarás”

¿Quieres que los niños te hagan caso?

Os adjuntamos este artículo que creemos puede resultar de interés:

¿Por qué cuesta tanto que los niños hagan caso? Quizás nuestro lenguaje influye en no conseguir la respuesta esperada . Hoy os compartimos una reflexión sobre las principales estrategias de comunicación que usamos para que los niños colaboren .

1.- Reproches y acusaciones.

“¡He vuelto a encontrar huellas por toda la puerta! ¿Por qué tienes que  ensuciarla? Y en cualquier caso, ¿cuántas veces tendré que decirte que uses el pomo? Tu problema es que no me escuchas.”

2.- Insultos.

“¡Hay que ser un marrano para tener la habitación tan sucia!”

“Hoy estamos bajo cero y tú te pones una chaqueta de entretiempo. ¿Cómo puedes ser tan memo?¡Mira que llegas a hacer idioteces!”

3.- Amenazas.

“Si no has terminado de vestirte, cuando cuente hasta tres, me iré sin ti.”

4.- Órdenes.

“Quiero que limpies tu habitación ahora mismo”.

“Ayúdame a entrar los paquetes. ¡Venga, date prisa!”

5.- Sermones moralizantes.

“¿Te parece bonito lo que has hecho, arrancarme el libro de las manos? Veo que no has comprendido la importancia de tener buenos modales. Lo que intento inculcarte es que si pretendes que los demás sean educados contigo, tú a cambio habrás de ser educado con ellos. No te gustaría que quitasen así tus juguetes, ¿verdad?. Pues procura ser respetuoso con las cosas ajenas.”

6.- Advertencias.

“¡Cuidado, no te quemes!”

“Si  no andas con ojo te atropellará un coche.”

“¡No te subas a ese árbol! ¿Es que quieres caerte?”

“Ponte la chaqueta o pillarás un resfriado”

7.- Victimismo.

“Ya veréis cuando tengáis hijos propios. Entonces sabréis lo que es la crispación”

“¿Ves estas canas? Pues las tengo por tu culpa.”

8.- Comparaciones.

“¿Por qué no te parecerás más a tu hermano? Él siempre acaba sus trabajos con antelación”

“¿Por qué no vistes como Julio? Va siempre limpio… es un placer mirarle”

9.- Sarcasmos.

“¿Sabías que tienes un control mañana y te has dejado el libro en escuela? ¡Qué espabilado! Es todo un alarde de inteligencia”

“¿Esta es tu letra? Quizá tu profesor sabe leer chino; yo, no”

10.- Profecías.

“Si continúas siendo tan egoísta, nadie querrá jugar contigo. A este paso vas a quedarte sin amigos”

Está claro que ni los reproches, insultos, amenazas, órdenes, sermones moralizantes, advertencias, victimismos, comparaciones, sarcasmos o profecías invitan a colaborar.

Existen alternativas. Hay maneras de hacer que propician la colaboración de nuestros hijos sin menoscabar su autoestima ni dejarles secuelas de sentimientos nocivos. Y os damos 5 pistas para conseguirlo.

Técnicas de comunicación positiva:

1. DESCRIBIR.

Es difícil actuar correctamente cuando sacan a relucir nuestros defectos. Es más fácil concentrarse en el problema cuando se limitan a describírnoslo.

Cuando los adultos describen el problema, dan a sus hijos la oportunidad de entender por sí mismos lo que hay que hacer.

Tendemos muchas veces a usar con nuestro lenguaje generalidades tipo “Todo está hecho un desastre” cuando lo que nosotros queremos es decir “La habitación está muy desordenada, la ordenamos”. Las generalidades no son alentadoras,  mientras que si nos ceñimos a los hechos concretos es mucho más fácil llevar a la acción.

2.  DAR INFORMACIÓN

La información es mucho más fácil de aceptar que una acusación. Cuando a los niños se les da información precisa, los niños suelen saber de un modo automático cómo han de actuar.

Veamos un ejemplo:

  • C.Negativa ” ¿Cuántas veces tendré que decirte que apagues la luz al salir del baño?
  • C.Positiva” La luz del cuarto de baño está encendida”

3. EXPRESARSE SUCINTAMENTE.

Es necesario expresarse con pocas palabras para propiciar la colaboración. Hay contraste entre una larga parrafada y tres palabras bien dichas, por ejemplo. En este caso “menos es más”.A los niños les disgustan los discursos, los sermones y las explicaciones largas. Para ellos, cuanto más breve sea el recordatorio mucho mejor.

Veamos un ejemplo:

  • C.Negativa: ” Niños os he pedido una y otra vez que os pongáis el pijama y lo único que he conseguido es que os quedéis aquí haciendo el payaso os habéis comprometido a poneros el pijama antes de ver la televisión y no veo el menor indicio de que vayáis a cumplir vuestra promesa”
  • C.Positiva: ” Niños, los pijamas”

4. COMENTAR LOS PROPIOS SENTIMIENTOS.

Los hijos tienen derecho a conocer los verdaderos sentimientos de los padres. Al describírselos, seremos honestos si necesidad de herirles. Cuando más efectivos resultan los adultos es cuando hablan sólo de lo que sienten. Es importante hablar en primera persona. Es posible colaborar con alguien que expresa irritación o enfado, siempre que no nos ataque a nosotros.

Veamos un ejemplo:

  • C.Negativa: “Para ya eres un pesado”
  • C.Positiva: “No me gusta que me interrumpas mientras estoy hablando con alguien”

5. ESCRIBIR UNA NOTA.

Algunas veces, nada de lo que digamos será tan concluyente como una frase escrita.

Veamos un ejemplo:

  • Imaginad que no queréis que los niños vean la televisión hasta que hayan hecho los deberes, podemos enganchar un post-it en la televisión que ponga: ” ANTES DE ENCENDERME , PIENSA ” ¿HE TERMINADO LOS DEBERES? “

Fuente:cuentosparacrecer

¿Edad para el uso de la tableta?

Os adjuntamos este artículo relacionado con el uso de las tabletas que creemos os puede resultar de interés.

El abuso de las nuevas tecnologías es un problema creciente. Las consecuencias pueden ser el aislamiento social, incremento de la agresividad y fracaso escolar.

Los problemas en la familia de Rogelio Fernández empezaron cuando su hijo cumplió ocho años. Se dieron cuenta de que el niño era adicto al móvil. «Siempre había sido tranquilo y empezó a comportarse de un modo diferente. Cuando le quitábamos el smartphone después de una hora se enfadaba, salía corriendo hacia su habitación y cerraba la puerta», cuenta el padre. Un día se lo encontró gritando y llorando, frustrado porque no había conseguido pasarse una pantalla de un juego. «¿Estamos haciendo algo mal? ¿Es este el comienzo de algo más grave?», se preguntaron los padres. Decidieron llamar a una línea de atención telefónica del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) y, siguiendo las indicaciones de un psicólogo, la situación mejoró apenas un mes después.

No existe ninguna recomendación oficial sobre cuál es la edad idónea para comenzar a usar dispositivos móviles y hacer uso de Internet. El único consenso compartido por las autoridades y los expertos consultados es el consejo de la Academia Americana de Pediatría: los niños menores de dos años no deben usar tabletas ni móviles. «No hay evidencias científicas de cómo afecta a su desarrollo neuronal y por eso aconsejan evitarlo», explica Manuel Ramsán, coordinador del programa Internet Segura for Kids, lanzado por el INCIBE, dependiente del Ministerio de Energía y Agenda Digital.

Las familias que deciden ser tajantes y prohibir a sus hijos el uso del móvil se enfrentan a una duda. ¿Están entorpeciendo su desarrollo? ¿Tendrá su hijo menos habilidades digitales que el resto de los niños? «El cerebro es plástico y siempre puede aprender. Las tabletas pueden llegar más tarde», señala Anna Carballo, doctora en Neurociencias por la Universidad Autónoma de Barcelona. El motivo fundamental, explica, es que las pantallas son pasivas y no aportan al niño lo que necesita.

«Durante los dos primeros años de vida, está madurando la corteza sensorial y motriz del cerebro y es importante una estimulación rica y diversa». Desde el punto de vista de la motricidad, el niño necesita movimiento. Desde el sensorial, debe estar en contacto con diferentes tipos de materiales, texturas o temperaturas. Además, las pantallas producen una gratificación inmediata, un posible desencadenante de adicción durante las etapas en las que el cerebro es más vulnerable. Otro de los grandes inconvenientes es que «el cerebro está diseñado para aprender con interacción social y los dispositivos móviles les aislan», recalca Carballo, profesora del máster en dificultades de aprendizaje de la Universitat Oberta de Catalunya.

Durante la fase adolescente, el abuso de las nuevas tecnologías es un problema creciente. Las consecuencias pueden ser el aislamiento social, incremento de la agresividad y fracaso escolar, entre otros. Para atajarlo el INCIBE lanzó el pasado septiembre un servicio de atención telefónica para ayudar a familias y centros educativos. Desde entonces, han recibido más de 1.000 consultas y los conflictos más frecuentes son el uso excesivo y otros episodios más graves como el sexting (distribución de fotografías o vídeos en situaciones comprometidas sin el consentimiento del afectado).

A familias como la de Rogelio Fernández ese servicio les ha ayudado. Habían caído en la rutina del castigo y no les servía de nada. Un psicólogo habló con el niño por teléfono, al que advirtió de los peligros de Internet. Pactaron unas nuevas normas de uso y horarios y empezó a gestionar mejor sus estados de ánimo. «Mi mujer y yo nos empezamos a preocupar cuando llegaba la época de las comuniones y cada vez se regalaban más móviles a niños de ocho y nueve años», cuenta el padre. En uno de los banquetes, les llamó la atención una mesa de niños muy silenciosa. Se acercaron y vieron a una docena de ellos sin hablar, cada uno con su aparato.

Lo llaman adicción sin sustancia. El perfil mayoritario es de chico estudiante de entre 16 y 17 años. El dato es de la Asociación Proyecto Hombre, dedicada fundamentalmente a la prevención y tratamiento de las drogodependencias que desde 2013 ofrece un programa para jóvenes adictos a las TIC. «En España no existen recursos y muy poca gente sabe que disponemos de esta ayuda. En la mayoría de los casos son jóvenes que empiezan a aislarse cuando les intentan poner límites», explica Elena Presencia, directora de la asociación. Según dos de sus estudios, en los que participaron cerca de 1.500 jóvenes españoles, el 74% de los adolescentes afirma haber tenido su primer móvil entre los 10 y los 14 años, y un 20% antes de los 10. El 84% reconoce tener acceso a Internet desde su móvil y las aplicaciones más usadas son Whatsapp (86,3%), Instagram (58,9%) y YouTube (48,4%).

Según sus conclusiones, las principales alteraciones en el comportamiento por abuso de las TIC son el abandono de tareas escolares y domésticas, apatía, pasividad por el entorno, desorden de horarios, alteración del sueño y conflictividad familiar. En Proyecto Hombre proporcionan ayuda a unos 100 jóvenes al año. «La etapa evolutiva en la que están puede ser un factor de riesgo: buscan emociones fuertes y fabulan con identidades nuevas en la red», señala Esther Rubio, psicóloga de Proyecto Hombre en Madrid. La solución es limitar los tiempos de consumo. «No podemos llegar a la abstinencia completa porque necesitan estar conectados en su vida cotidiana», añade.

Las redes sociales tampoco lo ponen fácil. Aunque algunas como Facebook establecen en 16 la edad mínima para registrar una cuenta, «los mecanismos de verificación de la edad son inexistentes», apunta Manuel Ramsán. Por eso, es imprescindible el control de las familias. El Reglamento General de Protección de Datos, una normativa europea que entró en vigor el pasado 25 de mayo, fija en 16 la edad para dar consentimiento para el tratamiento de datos personales, pero algunos estados como España y Reino Unido la reducen a 13.

En países como Francia, la adicción de los adolescentes a las tecnologías se ha declarado un problema de salud pública. El pasado diciembre el ministro de educación Jean- Michael Blanquer anunció su intención de prohibir el uso de móviles durante los recreos y el comedor escolar en los colegios franceses -en los que ya se prohibió el su uso en las aulas-, así como la necesidad de que los menores de 16 años se registren en redes sociales como Facebook con una autorización de sus padres.

Algunas tecnológicas ya han reconocido la magnitud del problema. Google anunció el pasado mayo en su conferencia anual de desarrolladores I/O el lanzamiento de la plataforma Digital Wellbeing (en español, bienestar digital), que incluye nuevas funcionalidades en Android para ayudar a los usuarios a controlar el tiempo que pasan en las diferentes Apps y activar alertas para tomar descansos. Tras reconocer que el 80% de los padres en Estados Unidos están preocupados por el consumo que sus hijos hacen de la tecnología -resultado de una de sus encuestas-, han reforzado su aplicación Family Link, que permite a las familias gestionar las apps que usan sus hijos, supervisar el tiempo que pasan delante de la pantalla o bloquear de forma remota su dispositivo.

La guía para el control de las familias

En la guía de mediación parental del programa Internet Segura for Kids, lanzado por el INCIBE, las recomendaciones para que las familias ejerzan un control efectivo se dividen por tramos de edad. De los tres a los cinco años es el primer contacto con la tecnología. Se tienen que asegurar de que los contenidos son apropiados a su edad. De lo contrario, podría tener un impacto importante en el desarrollo emocional del niño. «Por ejemplo, la pornografía puede distorsionar los roles sexuales en el futuro o generar complejos. El visionado de contenidos violentos, como una decapitación, les puede generar pesadillas durante semanas hasta el punto de tener que acudir a un especialista», advierte Manuel Ramsán, coordinador del programa.

Entre los seis y los nueve años es la etapa de la búsqueda de la autonomía. Es imprescindible el control parental: la supervisión, el acompañamiento y las normas de uso. «El grado de intensidad dependerá de la madurez del menor y de los controles que requiera. Los límites de tiempo irán en función del objetivo; si es un trabajo de clase, seis horas está bien. Navegar sin rumbo por Internet, viendo bromas o memes, no. Importa la calidad de lo que hace», destaca Ramsán.

De los 10 a los 13 años es cuando se abren a Internet. «Hay que tener mucha precaución con las redes sociales. Asegurarse de que el menor tiene habilidades para solucionar un conflicto o que sabe velar por su intimidad y respeta los derechos de terceros». Tiene que entender cómo funciona Internet y las redes sociales y qué intereses puede haber detrás. «La seguridad 100% es imposible, pero el consumo responsable se puede enseñar», remacha Ramsán.

Fuente:Elpais.com

Conclusiones del taller «Pautas Educativas».

Desde el Programa de Buenos Tratos queremos agradeceros la participación en el Encuentro de Familias Activas. Fue un placer poder compartir esa experiencia con todos los asitentes. Os adjuntamos información de lo que tratamos en el taller de Pautas Educativas por si os resulta de interes.

Entre otros aspectos hablamos de los diferentes Estilos Parentales y sus consecuencias educativas para los menores. Concluimos que no hay un «único» estilo para cada persona y que hay muchas variables que determinan nuestras pautas de actuación.

 

 

 

 

 

 

A destacar también según los participantes la importancia de la comunicación asertiva y eficaz, basada en el afecto; evitar utilizar el «no» y realizar la frase de forma afirmativa dirigiéndonos a la conducta que queremos conseguir. Esto nos dará mejores resultados y además no mermaremos la autoestima del menor. Utilizar también el verbo » estar» en lugar del verbo «ser». En lugar de «eres tonto», «estas haciendo una tontería»…

Hablamos también de la importancia de la autoestima: Cómo se forma, y algunas estrategias adecuadas a la hora de mejorar la autoestima en nuestros hijos e hijas y mejorar las relaciones familiares.

 

Se expusieron herramientas para mejorar los vínculos afectivos, la educación en valores y la inteligencia emocional en la familia,  Abordamos también la importancia del manejo de los límites entre la tolerancia y la disciplina.

A modo de conclusión: dijimos que no hay recetas mágicas a la hora de educar, que no tenemos que ser madres o padres perfectos y, en definitiva descubrir cómo disfrutar más de la experiencia educativa.

Y como aspecto destacable, la participación activa en el taller de varias «abuelas», que nos comentaron su gran papel educativo en la actualidad y que hicieron que el «Encuentro» resultará realmente «intergeneracional».

¡Muchas gracias por vuestra participación!

Encuentro Familias Activas

Hoy, 17 de mayo se desarrollará un encuentro de familias que se desarrollará de 17.30 a 19.30 horas en el Centro de Participación Activa Zona Oeste de Logroño, dentro de la línea del Ejecutivo regional de consolidar estos centros como lugares de encuentro y de convivencia intergeneracional. El objetivo es que las familias puedan participar en los tres talleres dinámicos que se han programado:

  •  Taller de Pautas Educativas: “Mejorando las relaciones familiares”, a cargo de la Coordinadora del “Programa de Buenos Tratos”.

    Se plantearán a las familias los diferentes estilos educativos y sus consecuencias, algunas pautas estrategias para mejorar las relaciones familiares, basadas en la comunicación y el afecto. Se expondrán herramientas para mejorar los vínculos afectivos, la educación en valores, la inteligencia emocional en la familia, la comunicación positiva y no violenta y estrategias de resolución de conflictos a través de la comunicación asertiva, empática y eficaz. Abordaremos el manejo de los límites entre la tolerancia y la disciplina, y, en definitiva, ayudar a las familias a disfrutar más de la experiencia educativa.

  • Taller de Conciliación Familiar, a cargo de Plena Inclusión La Rioja.

    El taller trabajará y hará reflexionar sobre cómo abordar el equilibrio laboral, social y personal con la atención y cuidado de hijos, personas mayores o personas dependientes, en la vida familiar. Cuáles son las necesidades, situaciones y qué medidas y apoyos encuentran y demandan las familias en la sociedad.

  • Taller de Redes Sociales, a cargo de Asociación de Mujer y Tecnología de La Rioja

    Es labor de las madres y los padres enseñar y orientar a nuestros hijos en cómo aprovechar el enorme potencial de estas tecnologías en su desarrollo como personas y en el progreso de nuestra sociedad, tal y como les enséñanos a cruzar la calle o normas básicas de conducta.  Nuestros hijos utilizan la tecnología y en especial las redes sociales de forma casi instintiva, sin que tengan el apoyo de la familia y sin que diseñemos y apliquemos planes educativos al respecto, resulta absurdo. En otras palabras, nuestros hijos, más que existir, sobreviven, y nosotros como padres y madres debemos ayudarles.

Mientras tanto los niños y niñas contarán con un espacio de ocio con diferentes actividades.

El objetivo del Gobierno de La Rioja es continuar impulsando y organizando talleres de padres para formar a los progenitores en los modelos educativos y técnicas de comunicación para desempeñar sus funciones como padres. Será una programación diversa en cuyo diseño participarán padres y madres, en la que se incluirán temas de educación en igualdad.

¡Os esperamos!