Trabajar la empatía

La empatía es la base para la comunicación y convivencia de las personas. Es deber de los adultos referentes de los pequeños enseñar esta habilidad tan necesaria no solo para la comunicación con los demás, sino también para la comunicación interna de las personas.

1º Valida sus emociones difíciles

En ocasiones, cuando un niño se siente triste, enfadado o decepcionado los padres van corriendo a solucionar el problema para que se sienta de nuevo bien, dejando a un lado las emociones dificiles (y tan importantes). Los padres casi sin querer quieren proteger a sus hijos de cualquier dolor.

Sin embargo, estos sentimientos son parte de la vida  y  los niños deben aprender a lidiar con ellos. Gracias a estos sentimientos serán capaces también de trabajar la empatía y entender mejor como se sienten los demás en determinados momentos.

2º Ser un buen modelo de empatía.

Los niños aprenden de sus padres y de los referentes adultos. Desarrollarán sus cualidades viuendo a los demás y experimentando el cómo los demás tienen empatía con ellos.

Respetar la personalidad de los niños hará que se sientan valorados y queridos, siendo fundamental poder trabajar la empatía.

3º Proporciona oportunidades para practicar la empatía.

La empatía, como cualquier otra habilidad emocional requiere de repetición para integrarla en la personalidad. Para ello, es necesario crear situaciones en las que los niños tengan oportunidades para poder practica la empatía de forma natural.

Se pueden celebrar reuniones familiares e involucrar a los niños para que sean capaces de escuchar y respetar las perspectivas de los demás.

Incluso cuando los niños sienten empatía por los demás, las presiones sociales o los prejuicios pueden hacer que se bloquee su capacidad para expresar emociones.

Fuente: educapeques

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