Cómo contar un cuento.

Os adjuntamos este artículo de Ana Batres, destinado a la lectura adecuada de cuentos, que puede resultar de interés:

Los cuentos infantiles son una herramienta de suma relevancia para el desarrollo de nuestros peques. Al ser tan importantes, una buena lectura de los mismos ayudará a mejorar este desarrollo. Para ello, os voy a mostrar, desde mi punto de vista, la mejor manera de contar un cuento.
En primer lugar,  cuando vayamos a contar un cuento infantil se debe crear un ambiente idóneo. Debe ser cómodo, tranquilo y suficientemente iluminado. Admariposa-papelemás, es importante tratar a este lugar como un sitio mágico, darle importancia para que nuestros pequeños y pequeñas aprendan que tener un lugar de lectura es algo especial. Así, se le dará también importancia al gusto por la lectura. Un rinconcito de su habitación será suficiente.

También hay que pensar en el tipo de cuento infantil que vamos a leer a nuestros hij@s y/o alumn@s. ¿Para qué edad son? ¿Qué mensaje queremos transmitir? ¿Les van a relajar o a activar? Son distintas cuestiones que debemos tener en cuenta. También debemos dejar elegir a los pequeñines el cuento que quieren que se lea en ese momento, a no ser que queramos trabajar algún tema específico.

Antes de empezar con la lectura del libro es aconsejable hacer distintas actividades que funcionarán como el “precalentamiento” de la historia, sobre todo si es la primera vez que se leen. Por ejemplo, se puede leer el título e imaginar de qué puede ir el relato, mirar la portada y decir lo que nos gusta de ella, se lee también quién lo ha escrito e ilustrado para que vea que también es relevante saberlo.

Después de estas actividades, una buena idea para crear una atmósfera de confianza y relajación es jugar con el cuento antes de comenzar a leerlo. También, sirve para crear expectación, para que los niños y las niñas tengan ganas de empezar con la lectura. Si hacemos estas actividades como rutina, proporcionaremos a los más peques seguridad para seguir las pautas de las actividades y juegos. Un ejemplo de estas actividades es cantar una canción que indique que el cuento va a comenzar y que hay que estar muy atentos y atentas para entender la historia (existen numerosos ejemplos en la red).
    Cuando procedemos a la propia lectura, leemos el cuento poniendo énfasis en los momentos clave, es importante modular la voz para crear distintos ambientes, incluso para crear y dar personalidad a los diversos personajes que nos encontremos en los relatos, acelerar o moderar el ritmo de lectura para crear expectación y favorecer la atención de las niñas y niños.

Además de esto, es fundamental que nos fijemos en los gestos y caras de los pequeños y pequeñas, ver cómo reaccionan y observar si les está gustando o no el cuento y la forma en que lo estamos contando. Si tienen cara de aburrimiento o cansancio debemos preguntar si quieren parar para leer otro libro que les apetezca más o parar del todo. Es posible que much@s se relajen tanto que se duerman, sobre todo si se leen cuentos que tranquilicen con voz moderada. Quizás en otras ocasiones, se animen con la lectura y quieran otro cuento más (y otro, y otro…).

Si nuestros pequeños nos hacen preguntas mientras estamos leyendo un cuento infantil, es muy importante parar la lectura y atender a lo que nos preguntan los niños. Si la pregunta o las preguntas tienen que ver con el cuento, la participación activa de los niños es una manera muy enriquecedora de seguir la historia. En otras ocasiones, no preguntan sino que aportan un dato que se acaba de leer en el cuento, lo ponen en relieve, este hecho es característico de los niños cuando están atendiendo. Sin duda, una buena señal.

Al igual que nuestros peques pueden hacer preguntas, los adultos también podemos hacérselas a ellos. De esta manera, les involucramos en el ejercicio lector e incrementamos el valor de la lectura con las preguntas y las respuestas. Del mismo modo, podemos trabajar alguna actitud tanto buena como mala de algún personaje, o cómo podrían haber solucionado algún problema en el cuento, por ejemplo.

 Tras haber contado el relato, se pueden hacer otra serie de actividades divertidas si se quiere, como hacer algún dibujo si les gusta pintar, realizar las figuras del personaje o de los personajes principales con plastilina o alguna pasta para modelar, contar la historia resumida en una mesa de luz y un sinfín de actividades más.

A mi particularmente me gusta mucho que me vuelvan a contar ellos el cuento en otra ocasión, si no saben leer todavía, mejor. Puede ser un ejercicio muy divertido porque muchas veces, termina siendo otra historia distinta, con personajes y escenas añadidas, síntoma de que les ha encantado la historia, el desarrollo de la imaginación está en pleno auge, están mejorando su expresión oral y con todo ello su autoestima. 

Después de todo esto, solo decir que la lectura es una de las actividades más completas para el desarrollo de nuestr@s hij@s. Además, no puede haber algo tan divertido y bonito como compartir estos momentos con los más peques.

 Fuente: Cuentosencantamagicos 

 

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