Identidades de Género en la adolescencia.

El objetivo central de esta investigación es analizar los estereotipos que giran en torno a lo que significa “ser chico” y “ser chica”, la manera en que se ponen en juego las expectativas, los roles y los referentes colectivos, con una mirada especial a las relaciones interpersonales.

El estudio se pregunta qué elementos definen los rolguiaes de género, si se han producido cambios en las visiones y en los estereotipos, si la visión es compartida y cómo todo ello se traduce en unas relaciones sociales que pueden resultar más o menos igualitarias. Para ello emplea una metodología mixta: una encuesta escolar de 2.154 adolescentes y jóvenes escolarizados de entre 14 y 19 años y dos dinámicas grupales online.

Presentación

 “Más allá de la postura que se sostenga sobre en qué medida los condicionantes psicobiológicos marcan diferencias en la manera de posicionarse y actuar de hombres y mujeres, no cabe duda de que, en gran medida, la diversidad es fruto de condicionantes sociales y culturales, ni de que una sociedad madura debe avanzar en el proceso de igualación, sobre todo en la igualación en derechos y oportunidades”.
Nuestro convencimiento sobre esta realidad, y el compromiso del Centro Reina Sofía de impulsar los avances en una socialización más justa y solidaria de los jóvenes, nos ha llevado a plantear una cuestión básica: cómo se expresa, cómo se va construyendo la identidad de género en esa época crucial que es la adolescencia; los progresos en la igualación,
el análisis de las diferencias, los hitos que hay que superar, los estereotipos que permanecen, las inequidades que se mantienen. Y todo ello, desde la mirada de sus propios protagonistas, chicos y chicas en las edades adolescentes.
De la lectura del informe se desprenden diversas conclusiones, entre otras que no hay motivos para el desánimo. Nuestros adolescentes son mucho más conscientes de las exigencias de la equidad de género, entre otras cosas porque también lo son mucho más de las desigualdades que perviven. Las posturas individuales y los discursos mayoritarios muestran con claridad que hombres y mujeres adolescentes están inmersos en un proceso de cambio que va equiparando responsabilidades y derechos, oportunidades y compromisos.
Pero no es menos evidente que el peso del estereotipo, la presión de esa representación social que tanto condiciona, siguen de manera manifiesta; troquelando la opinión, influyendo en las percepciones y matizando las actitudes; con expresiones rotundas o con dudas y ambigüedades; a través de la persistencia de comportamientos disfuncionales o influyendo en los valores y las postulaciones éticas.
Caminamos pero queda un largo camino por recorrer. El Centro Reina Sofía no tiene más pretensión que la de acompañar, si es posible alentándolos, a los adolescentes en ese camino.
J. Ignacio Calderón Balanzategui
Director General
Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud

Guía

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