¿Típicas rabietas?

Las pataletas, o eso que llamamos rabietas, es una forma de protesta infantil que «aparece ante cualquier frustración que el niño sufra». El niño suele dar este tipo de respuesta cuando «se le diga que NO, se le retire algo que quiere o tenga que hacer algo que no quiera como bañarse o ir al colegio».

Esta situación es más común percibirla en niños menores de dos años, puesto que es alrededor de esta edad, cuando el niño adquiere la capacidad de representar en su mente el objeto o el fin deseado, y con ello una mayor conciencia de sí mirabietassmo ya como un individuo separado de la madre. Lo importante es distinguir a tiempo los berrinches ‘normales’, de las reacciones extremas, que se salen de los parámetros esperables para un niño de esta edad.

Como las pataletas están estrechamente relacionadas con el vínculo del hijo con sus padres, cuando éstas se tornan muy frecuentes o son muy exageradas podría haber un problema en la relación. Esto no quiere decir que todo niño que hace pataletas tiene un vínculo deficiente con sus padres, pero sí que es menos probable.

Se debe entender que las rabietas son, simple y sencillamente un recurso que emplean los niños/as para llamar la atención y al que recurren cuando no ven otra forma de que el adulto atienda o entienda, lo que los niños reclaman como necesidades emocionales o físicas en un momento determinado.

Da lo mismo que la atención sea positiva o negativa, lo que desean es una atención en un 100%. Si pierde la calma y grita, le está dando lo que quiere. Lo mejor –aunque a veces es difícil conseguirlo–  es ignorar la pataleta, hacer como que no se entera. En casa, el niño debe sentir que ese episodio no interrumpe la marcha de las cosas. Una vez que el niño se ha calmado, puede negociar con él/ella, provocándole la conciencia de entender que su mejor solución seria decir lo que necesita, puesto que con las pataletas o rabietas no conseguiría nada.

No se debe reprender o castigar al niño después de una pataleta. Un recurso útil es hacer que se siente en un lugar solo y aislado durante un rato. Ese “apartamiento” debe durar un minuto por año de vida del niño. Con el tiempo, muchos niños buscan voluntariamente ese momento de silencio y se sientan ellos en ese lugar.

Si existe un adecuado manejo de esta típicas abietas, estas van descendiendo en intensidad y frecuencia hasta concebirse anómalas a los cinco o seis años de vida, ya que entran en la etapa de la socialización, que es una de las cosas más importantes que aprenden los niños en preescolar.

Autora: Kedmay T. Klinger Balmaseda

2 thoughts on “¿Típicas rabietas?

  1. Creo que este artículo tiene cosas ciertas, y buenas, pero otras que no concuerdan y que es negativo aplicar.
    Es cierto que con una rabieta el niño está tratando de decirnos algo. Y nos lo dice así porque su cerebro no está maduro para expresarse de otra manera.
    Pero
    ¿Debemos ignorarle?
    Si lo hacemos el mensaje que estamos trasladando es: «no mereces atención».
    Ignorar cualquier manifestación emocional es, por concepto, negativo, así que mejor acerquémonos al menor, pongámonos a su altura, ayudémosle a canalizar de otra manera sus sentimientos.
    En cuanto al ‘tiempo fuera’ lo mismo. Él solo no va a canalizar su frustración, solo la va a potenciar, así que, mejor, estemos con él ese rato y hablemos de lo que le pasa.
    Ya lo de un minuto por edad. Bueno, creo que si lo aplicamos a los adultos cada vez que tenemos una ‘rabieta adulta’, que las hay, vamos a aburrirnos mucho sentados solos.
    Un saludo

    • Muchas gracias Diana por tu aportación. Por supuesto que hemos de estar muy atentos a las manifestaciones emocionales y de todo tipo de los menores, no podemos generalizar cada caso, ya que va a depender de la edad concreta y de cada situación. Lo que refleja el artículo son cuestiones generales pero que siempre hay que dejar a nuestro sentido común y a nuestra intuición el aplicarlas en cada caso.
      Muchisimas gracias de nuevo por tu aportación.
      Estamos a tu disposición,
      Saludos cordiales

Responder a Diana Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *